Thin content ¿Qué es, qué tipos existen y por qué debes evitarlo?

Escrito por
Sergio Koller
Sep 14, 2022
9 min read

El thin content es un problema endémico en el SEO. Todo el mundo es consciente de la importancia del contenido y, sin embargo, son muchos los que terminan creando textos insulsos e irrelevantes.

Por tanto, huir del thin content es clave si quieres alcanzar un buen posicionamiento. Evita este tipo de contenido y apuesta por el contenido de calidad.

Porque ya sabes que el posicionamiento orgánico o SEO se consigue, entre otras cosas, por un buen contenido que agrade principalmente al usuario y, segundo, por el bot de Google, que entiende cada vez mejor los textos. Esto significa que no te puedes permitir el lujo de ofrecer contenido poco relevante en tu web. 

Quizás no sea tu intención y estés ofreciendo thin content a tus usuarios. De manera que lo mejor es que te contemos qué es exactamente, cuáles son sus tipos y cómo afecta al SEO. Y, por supuesto, cómo detectarlo y solucionarlo a tiempo.

¿Qué es el thin content?

¿Qué es el thin content?

El thin content o contenido pobre es un concepto que alude a todo tipo de contenidos que no aportan nada de valor a los usuarios en una temática determinada.

Este término puede resultar confuso e interpretarse como que los textos breves son sinónimos de baja calidad. Sin embargo, va mucho más allá.

Se refiere al contenido que no satisface al usuario, no lo ayuda en su necesidad de información y/o no aporta nada nuevo o diferente de lo ya disponible.

Para los motores de búsqueda -especialmente Google- el contenido que quiera aspirar a las primeras posiciones tiene que satisfacer las necesidades del usuario, y aquel que no lo logra, está en el fondo de las SERP, o mejor dicho, no existe.

En realidad, es un concepto que abarca diferentes ítems, por lo que debes que trabajar de forma integral los contenidos para satisfacer los estándares requeridos. Por ejemplo, puede adolecer la falta de imágenes, la ausencia de enlaces internos y textos sin estructura.

Uno de los factores más populares es la extensión del texto. Es decir, que un contenido tenga la cantidad suficiente de información para cubrir la necesidad del usuario según su intención de búsqueda. Esto, culturalmente, se ha relacionado solo con la abundancia, o sea, que el contenido sea extenso. No obstante, no siempre tiene por qué ser así.

¿Qué pasa cuando un usuario quiere una respuesta simple, directa? Veamos…

¿Todo el contenido corto es thin content?

No necesariamente. Google ha reiterado que un contenido de 300 palabras sería la extensión mínima de referencia para determinar si un contenido es pobre. Pero eso es solo una estimación, menos palabras también pueden posicionar. 

Veámoslo mejor con ejemplos.

Recuerda que el objetivo del algoritmo es que des una respuesta satisfactoria al usuario.

Pongamos el caso que la persona busca un concepto directo y simple y hay páginas con definiciones de 100 o 150 palabras -como los que aporta la RAE en su web- a las que Google puede llegar a posicionar muy bien. 

Pero el ejemplo que más evidencia esto son las tiendas online, cuyas fichas de productos generalmente son cortas y no superan las 300 palabras. Sin embargo, si están bien preparadas y explican bien las características de su producto, son de utilidad al usuario y se posicionarán bien. 

La referencia de las 300 palabras solo recalca que hay que usar la extensión necesaria para atender a la intención de búsqueda del usuario, sea que se necesiten 200 o 2000 palabras. 

Tipos de thin content

Ya hemos descartado el asunto de la extensión, pasemos ahora a lo que sí que es thin content. Estos son sus tipos: 

1. Contenido duplicado o plagiado

Los textos duplicados son los que tienen una alta coincidencia con otros, quizás por la estructura y la similitud en la disposición de las palabras en los textos. Esto suele ocurrir cuando se usa una sola fuente y, a propósito o sin querer, se termina haciendo una réplica del texto consultado. 

Al no ser original, Google lo considerará muy parecido a un resultado que ya tiene. Así que, como no hay nada relevante que ofrecer al usuario, lo descarta como resultado.

Por esto es que el contenido duplicado o copiado puede llevar a sanciones por parte de Google.

Como veremos más adelante, existen varios métodos para detectar este tipo de textos.

2. Páginas doorway

Las llamadas páginas puerta o puente son sitios que atacan una keyword sobreoptimizándola para posicionar sin aportar contenido realmente útil al usuario. Para llegar a lo que el usuario necesita, este tiene que hacer una segunda acción, como clicar en otro enlace y, así sucesivamente. 

Se consideran contenido pobre porque engañan al usuario al no darle lo que, en primera instancia, prometen: información relevante. 

Son páginas basadas en el spamdexing que buscan atraer al usuario con contenido sobreoptimizado para redirigirlo a otros sitios de su interés.

Son técnicas de Black Hat que perjudican al usuario y molestan a Google.

3. Contenido generado con programas

Existen herramientas de generación de textos que utilizan ciertos criterios como base, y cambiando unas palabras claves por aquí, el orden por allá, ofrecen textos (en teoría) originales.

El problema de estos contenidos es que muchas veces los dueños de las webs no los revisan, publicándolos con errores de sintaxis, de ortografía e incoherencia. Lógicamente, un texto así no es útil. Por eso, es thin content. 

4. Páginas de baja calidad

Ya sea porque están infectadas de anuncios, de contenido de afiliación o, como hemos dicho, con poca profundidad o valor.

¿Cómo afecta el thin content a tu posicionamiento?

Tener contenido pobre en tu web es totalmente perjudicial; no hay nada bueno en él. El algoritmo Panda no perdona una y te sancionará. Jamás llegarás a posicionarte en las SERP si no cambias de estrategia. De hecho, hasta recibirás menos tiempo de rastreo en las demás páginas de tu sitio por haber dañado la reputación de tu dominio. 

Pero aun si utilizas otras técnicas para atraer tráfico, como las redes sociales y los ads, los propios usuarios no querrán quedarse cuando entren y vean que no hay nada de valor.

Así que la gran mayoría de los clics que consigas se convertirán en rebotes, afectando todavía más el poco posicionamiento que tengas. 

Bye bye, conversión. Bye bye, posicionamiento,

Y cuando tu web esté a este nivel de reputación, ya no te quedarán muchas opciones para posicionar. Cualquier aspiración de monetizar morirá y tu proyecto web solo quedará como una anécdota. 

¿Cómo detectar el thin content?

Para evitar todos los efectos dañinos del thin content debes detectarlo a tiempo.

Para ello tienes dos opciones: hacerlo manualmente usando los criterios que te hemos dado y los que Google da en la sección para desarrolladores.

También puedes usar herramientas especializadas en detectar plagios, o nuestra herramienta SE Ranking. 

En el apartado «Auditoría Web», «Informe de Problemas» puedes ver:

  • Si tienes contenido duplicado
Informe de contenido duplicado
  • Si tienes contenido pobre
Informe contenido pobre

Todas estas herramientas te permiten hacer un chequeo de la calidad de tus textos según diferentes parámetros, tales como la densidad de palabras clave, originalidad, gramática y cuán legibles son. De ahí que te recomendamos que uses varias para pulir tus contenidos y cerciorarte de que todo está bien.

Con todo, no dejes de dar tú un último vistazo, porque estos softwares no son infalibles y siguen pasando por alto algunos detalles. 

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Soluciones al thin content

Ahora que ya encontraste tus páginas con thin content es momento de solucionar el problema.

Aquí van algunas recomendaciones:

1. Sé meticuloso al crear contenidos

La mejor solución es evitar de raíz el problema, por eso, desde el principio esfuérzate por pulir tus contenidos para que estén optimizados antes de publicarlos.

2. Reescribe

Si creaste un contenido, pero se considera pobre, entonces corrígelo de inmediato.

De hecho, por lo general Google te avisa que algo anda mal desde Search Console, por lo tanto, mantente atento a las notificaciones de la plataforma. Además, recuerda hacer una auditoría cada tanto, con ello darás con cualquier problema antes de que caiga la sanción. 

3. Nutre los contenidos

Si tienes que hacer algo muy similar a lo que ya existe en otras webs, usa el ingenio para hacerlo lo más original posible.

Por ejemplo, agrega tablas, listas, agrega imágenes o infografías. Por supuesto, siempre en consonancia con lo que los usuarios quieren encontrar.

4. Aporta algo de valor

En este sentido nos referimos a que no escribas texto “paja” o de relleno, no des vueltas al asunto ni expliques cosas de más. Ve estratégicamente al grano, y si has de agregar algo más, pregúntate si estrictamente necesario. 

5. Elimina lo innecesario

Si en última instancia determinas que no es útil que tengas ese contenido o que lo recuperes, simplemente desindéxalo o haz una redirección 301. Esto evitará que dañe a tu posicionamiento orgánico. 

Conclusión

El thin content es más común de lo que puedas pensar, pues en ocasiones nos descuidamos y se nos pasan detalles. Con todo, no es excusa: un buen creador de contenidos debe tomarse muy en serio esta tarea, ya que vital para el SEO. 

Además, si lo combinas con nuestra herramienta de optimización de SEO On Page, puedes usar algunas de sus funciones para cuidar la calidad del contenido y lograr que este conquiste a tus usuarios y a Google. 

¿Te has enfrentado al thin content? ¿Cómo lo solucionaste?

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