¿Qué es un plugin, para qué sirve y cómo elegir el adecuado para tu proyecto web?
El plugin ha venido a facilitarnos la vida. Gracias él, que no sepas programar ya no es un impedimento. Y aun sabiendo, te ahorrará horas de trabajo. Es el complemento perfecto para añadir nuevas funcionalidades a tu web.
De hecho, es casi imposible que en la actualidad un sitio no tenga un plugin instalado, sobre todo si está hecho en WordPress.
Los plugins son soluciones simples, pero potentes que te ayudan a crear y gestionar tus proyectos con alta calidad sin tener que modificar el código para cada ajuste o mejora.
Por supuesto, al tratarse de agregados (add-on), hay que tener en cuenta varios aspectos antes de decidir instalar alguno. Para ello, hemos preparado este artículo en el que conocerás lo más relevante sobre los plugins.
¿Qué es un plugin?
Un plugin es una pieza de software que permite a otro sistema informático realizar acciones que no están incluidas en su código. Son como miniprogramas que añaden un fragmento de código adicional al software en el que se instalan para que cumpla una función concreta. Obviamente, deben ser compatibles según la plataforma o CMS, por ejemplo, WordPress o PrestaShop.
Cuentan con configuraciones internas que activan y/o regulan las acciones que puede realizar. De esta manera, se evitan errores e incompatibilidades con otros softwares. Todo esto sin tener que tocar el código, ya que ese es su principal propósito.
En algunas plataformas, como PrestaShop y Shopify, a los plugins se les conoce como «módulos», «complementos» o «add-on». Sin embargo, su función principal sigue siendo la misma: agregar más funcionalidades al CMS para que el propietario gestione mejor su web.
Tipos de plugins
Los plugins se pueden categorizar en la siguiente tipología:
De navegadores
Este tipo de plugins se conocen como «extensiones» y se utilizan para completar las funciones de los motores de búsqueda de escritorio, como Google Chrome o Firefox. Algunos de los más usados son los bloqueadores de anuncios, lectores de archivos (PDF, imágenes, etc.), traductores, correctores y los gestores de cookies.
De CMS
Quizás estos son los más conocidos y usados en el mundo. Hasta los mejores CMS se apoyan en estos complementos.
Los sistemas de gestión de contenidos con los que se crean las páginas web pueden soportar plugins para ampliar sus funciones de diseño y gestión administrativa. Por ejemplo, los plugins de SEO, como Yoast o Rank Math, son casi indispensables.
De correo electrónico
Si bien las plataformas de correo electrónico suelen tener suficientes funciones para un usuario promedio, incluso para empresas, en ocasiones se necesita recurrir a los plugins. Con ellos se puede mejorar la seguridad, evitar el spam, personalizar la apariencia de la interfaz e integrar el calendario, por mencionar algunos aspectos.
De edición de imágenes
Este tipo de plugins es muy usado en la actualidad, ya que los hay tanto para navegadores y aplicaciones de edición, por ejemplo, Photoshop, como para CMS. Entre las funcionalidades que aportan están comprimir, redimensionar y cambiar los formatos, lo cual te facilitará el trabajo de SEO para imágenes.
De edición de audio y vídeo
A pesar de que han perdido popularidad, los plugins para audio y vídeo siguen siendo muy útiles. Por ejemplo, los productores musicales y creadores de contenido para redes sociales aún encuentran buenas ventajas de utilizarlos.
¿Para qué sirve un plugin?
Un plugin tiene varias utilidades o propósitos, entre los que podemos destacar los siguientes:
1. Ampliar las funciones de una plataforma o aplicación
Por ejemplo, si un software de edición de imágenes solo permite agregar texto, con un plugin podrías crear emoticones o filtros.
2. Facilitar el uso de herramientas
Gracias a las nuevas funcionalidades que aporta el plugin, es mucho más sencillo dominar una herramienta de software, lo cual mejora la productividad.
3. Reduce el tamaño y peso de las aplicaciones o programas
Lograr que un software tenga todas las funcionalidades necesarias puede aumentar significativamente su peso y tamaño. Pero con los plugins se evita o reduce este problema, ya que se trata de un software independiente. Hasta es posible que en conjunto resulten menos pesados que si fueran un solo sistema.
4. Ayudan con la personalización
Algunas empresas desarrollan plugins personalizados para que trabajen exclusivamente con un software propio. Esto les permite contar con herramientas y funcionalidades que quizás no tiene la competencia, o al menos no con las mismas características.
Pros y contras del plugin
Pese a que los plugins tienen propósitos importantes, y por ende, beneficios, también hay algunos aspectos negativos de usarlos. Analicemos tantos los pros como los contras.
Pros del plugin
Estas son las ventajas de usar un plugin:
● La ventaja más destacada de los plugins es poder agregar más funciones a un software. Con esto se consigue mejorar el rendimiento en casi todo sentido.
● Su instalación y reinstalación suele ser muy simple; en la mayoría de los casos, basta con un par de clics.
● Suelen pesar poco, lo que ahorra espacio de almacenamiento. Esto es muy importante sobre todo cuando se paga por un alojamiento a terceros.
● Permite un sinfín de personalizaciones en múltiples sentidos; por ejemplo, para mejoras visuales o de diseño gráfico.
Contras del plugin
Por otra parte, los plugins tienen estos contras:
● Algunos pueden llegar a recibir actualizaciones repentinas que desmejoren su valía. Por ejemplo, podrían llegar a pesar mucho más que la versión anterior.
● La seguridad requiere constante atención, sobre todo si es de terceros y freemium.
● Puede que los desarrolladores no hagan ninguna actualización en años o hasta dejen de actualizarlo.
¿En qué debes fijarte antes de instalarte un plugin?
Hablemos de varios factores que debes tener presente antes de instalar un plugin. Esto te servirá para cualquier tipo de complemento que llegues a necesitar.
1. Evalúa si en verdad es necesario
En ocasiones, no es necesario instalar un plugin, quizás porque puedes utilizar uno que ya tengas instalado para una tarea en específico.
También podría pasar que la tarea es más sencilla de lo que crees y bastaría con que domines algo de código básico; por ejemplo, poner los botones de las redes sociales.
2. Elige buenas fuentes de descarga
Lo mejor es siempre descargar de repositorios oficiales, ya que estos tienen medidas de calidad estándar para los desarrolladores que publican sus plugins allí. Otra buena opción es ir a la página web oficial de los desarrolladores o del plugin.
Evita las webs de Torrents y otros portales donde se publican plugins de pago que se ofrecen como gratuitos, porque seguramente son copias maliciosas o desactualizadas, y harán vulnerable tu web.
3. Evalúa las opiniones de los usuarios
Tal y como cuando vas a comprar un producto o servicio online, debes prestar atención a los comentarios y valoraciones que hacen los usuarios del plugin sobre él. Esto te servirá de parámetro de calidad para saber si te conviene o no instalarlo.
Desde luego, no solo veas por encima, lee con atención los comentarios para saber qué tiene de bueno y de malo el plugin.
4. Asegúrate de que haya algún tipo de soporte
Esto es muy importante para cuando se presenta algún inconveniente o tengas dudas sobre el plugin. La mayoría ofrece algún tipo de documentación, pero otros ofrecen soporte vía email o mediante chat a través de formularios de contacto.
En otros casos existe toda una comunidad de usuarios que publica sobre el plugin. Esto también es bueno, ya que podrás hablar con quienes ya lo están usando y quizás hayan resuelto el problema que tengas en el momento.
5. Revisa el historial de actualizaciones del plugin
Este es un factor muy importante porque es un indicativo de si el equipo de desarrollo del plugin sigue trabajándolo o no. Las actualizaciones frecuentes significan que aspectos como la seguridad y compatibilidad están al día, por lo que hay menos riesgo de errores y otros problemas.
6. Haz pruebas
Si no tienes suficiente información sobre el plugin, una buena idea es probarlo para que te asegures tú mismo si te servirá o no. Desde luego, no lo pruebes en tu web de trabajo, hazlo en una diferente. Puedes tener un sitio en un hosting gratuito para dicho propósito.
Aunque hagas una copia de tu web, no es recomendable que te arriesgues a sufrir una caída temporal, ya que podrías perder posicionamiento y dinero si monetizas de alguna forma.
7. Analiza los costos
Aunque hay una gran cantidad de plugins gratuitos, en ocasiones quizás tengas que contratar uno de pago o una versión premium. No te dejes impresionar de inmediato por las ventajas que ofrecen algunos plugins, y mucho menos por las recomendaciones de influencers.
Dedica tiempo a hacer una comparativa de todas las opciones, podría ser que encuentres una alternativa más económica. O puede que hasta un tanto más costosa, pero con mejores prestaciones.
Conclusión
Tener que usar un plugin en tus proyectos prácticamente no es una elección, sino una obligación. Todas las ventajas que te dará de cara al rendimiento y la calidad de tu trabajo, y hasta del contenido, sin lugar a dudas te encantará.
Por supuesto, debes tener cuidado con los aspectos que te hemos mencionado aquí al elegir qué plugins emplear. La clave es utilizar solo los que necesites y analizar cada opción para asegurarte de que el que elijas realmente ofrece lo que buscas.
Al hacer esto podrás conseguir los objetivos que te plantees para tus proyectos.
¿Cuál crees que es el plugin que toda web debe tener?
Te leo en los comentarios.